HOOOOOLA! No estaba enferma, ni de parranda solo algo bajoneada.
Para no dejar el blog tan muerto publicare uno de mis pequeños pasatiempo
redactar frases o micro cuentos.
- En su dolor al mar se encomendó, la devoraría por completo borrando los recuerdos y el amor que alguna vez sintió.
- Cariño mio te dejo esta carta en blanco, para que escribas lo que crees que habríamos vivido si nos hubiéramos marchado.
- Así la hagas ver el amor propio a través de ti, no podrá salvarse, esta muy herida y destruida, no cree en nadie, ni en ella. Dijo la anciana...
- Escribía poemas con la ilusión que algún día los leyeras, con la ilusión que me encontraras en ellos.
- Era de las personas que se la debía querer con el corazón encadenado y todos los sentidos en alerta.
- El sabia mucho del amor, ella mucho del dolor.
- Sabia que era difícil pero no imposible, simplemente no era de ir, tomarla y apropiarse de ella. Hay maneras y el quería las mejores para ella.
Todas las noches la abrazaba con fuerza, con miedo a que desapareciera
y aunque ella ahí, por las mañanas la olvidaba.
Se acostumbro a recibir su calor en las noches y las mañanas se sintieran
como un trago amargo que poco a poco le iba envenenando el alma,
pronto cualquier noche se marcharía, no por ella, por el,
lo amaba tanto que no quería contaminarlo,
si seguía junto a el ambos terminarían en un caos.
Ahí estaba, entre sus brazos aprisionada,
mirándolo fijamente con los ojos bien abiertos sin moverse ni decir nada,
el, solo le acariciaba la mejilla mientras se lamentaba,
en algún rincón de la habitación alguien observaba, era ella,
se dio cuenta que había muerto por amor
en manos del hombre que en vida amo.
Mejor cortarte de raíz, dolerás, de eso no hay duda.
Plantare girasoles en mi herida abierta, no duelen tanto como el amor que fuiste sembrando
y ahora has ido fulminando como una plaga mas que crees vencerla con herbicidas.
La conoció en una noche de lluvia.
Le tendió su paraguas para que no se mojara.
Aquel frágil ser no reaccionaba, se dio cuenta que lloraba,
ahí fue que entendió que el cielo la estaba acompañando en su dolor.
Ni triste, ni alegre.
Ni dormida, ni despierta,
Ni sana, ni enferma.
Ni viva, ni muerta.
Para quien lo lea, para quien exista.
Bueno eso fue lo poco que alcance escribir de mis micro cuentos que tenia guardados
tenia mas u.u pero nunca me quede con respaldo. Y ustedes queridos lectores cual
es su pequeño gran pasatiempo. Bye! c:
No hay comentarios:
Publicar un comentario